Aunque no se trata de una foto muy buena, la cuelgo para recordar el esfuerzo que a menudo se hace realizando este tipo de fotografía (de naturaleza y de aves en especial), y lo pequeña que puede resultar la recompensa. Habitualmente son kilómetros de caminata por lugares inhóspitos de montaña, cargado con el equipo fotográfico y tras largas horas de espera, captar ese único instante... En el caso de esta foto, lo que debería
haber sido un día dedicado al quebrantahuesos se convirtió en una gran desilusión. Tras varias horas
de carretera y otras tantas caminando, con la nieve a veces hasta
las rodillas, constatamos que no era nuestro día. Donde otras veces
encontramos ejemplares a muy buena distancia, esta vez no había nada.
Afortunadamente hizo un buen día lo cual nos permitió realizar unas cuantas
bonitas fotos de paisaje, eso también hay que valorarlo. Aqui una adornada por el vuelo de un
leonado. |
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