Elegante y confiada, la Cigüeña
Blanca es un ave popular en casi todas las regiones españolas su
costumbre de anidar en iglesias y otros altos edificios ha determinado
que su presencia resulte familiar a todo el mundo. El regreso de las
primeras cigüeñas al final del invierno suele ser un acontecimiento en
la plácida vida de pueblos y aldeas, que tradicionalmente han incluido
esta ave en multitud de dichos y refranes populares.
Terminada la cría de los pollos, y una vez que han
volado, los adultos siguen durmiendo en el nido por un tiempo; después,
a finales de verano, jóvenes y adultos se reúnen en bandos numerosos
apartados de los lugares de nidificación; vagan algunos días por la
comarca, durmiendo en árboles o en el suelo, hasta que llega el momento
de emprender el viaje a África, que las distintas agrupaciones realizan
gradualmente.
Poco amigas de una larga travesía sobre el mar, pues utilizan corrientes térmicas para elevarse, aprovechan el Estrecho de Gibraltar para cruzar a África. Se ha comprobado mediante el anillamiento que las cigüeñas españolas invernan en África occidental, al sur del Sahara.
Poco amigas de una larga travesía sobre el mar, pues utilizan corrientes térmicas para elevarse, aprovechan el Estrecho de Gibraltar para cruzar a África. Se ha comprobado mediante el anillamiento que las cigüeñas españolas invernan en África occidental, al sur del Sahara.