La pequeña y graciosa garza blanca adorna su nuca con un penacho de dos largas plumas, de unos quince centímetros, en la época de reproducción. Su librea nupcial se engalana también, en el dorso, con largas plumas vaporosas y esponjadas que brindan aún más gracia a su figura.
Casi siempre se encuentra en pequeños bandos. En
aguas tranquilas y someras pesca pequeños peces, ranas y crustáceos.
Inmóvil, con el pico apuntando al agua, acecha su presa. Cuando un pez
pasa cerca, estira el cuello con rapidez y lanza con precisión su
terrible pico.
Canon 7D + Canon 100-400mm, 400mm, F7.1, 1/2500sec, -2/3, ISO250 |
(Delta del Ebro 09/12/2013)