Es esta la más simpática de
nuestras rapaces nocturnas y, sin embargo, la más injustamente
criticada. Aparece con frecuencia durante el día, y se posa en las ramas
bajas de los árboles o sobre los muros de piedra de todos nuestros
campos. Al acercársele se hincha o agacha y agita su gruesa cabeza con
un movimiento vertical brusco, sin que se estremezca el resto del
cuerpo. Luego, tras un parpadeo de sus ojos amarillos y una vuelta de la
cabeza para inspeccionar los alrededores, esta curiosa bola de plumas
emprende, el vuelo.
El Mochuelo Común se ha asociado a las otras rapaces
nocturnas en el mundo calumniado de las aves de mal agüero, y se le han
adjudicado los peores crímenes: destrucción de la caza joven, destrozos
en las puestas de las gallinas, etc. Pero se contenta con insectos y
caracoles.
(Secanos de Lleida, 18/05/15)
Canon 7D + 500mm, F5.0, 1/2000sec, +1/3, ISO200 |
Canon 7D + 500mm, F6.3, 1/1600sec, +1/3, ISO250 |
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