Al contrario de muchas aves
silvestres que en primavera tienen la costumbre de excavar o de agrandar
un hueco para criar, el Trepador Azul reduce la entrada de la cavidad
donde se instala.
Esta ave es la trepadora más extraña de nuestros
bosques. Bien apoyada en sus cortos tarsos, avanza a pequeños trechos,
enganchada a la corteza de los troncos, sin ayudarse con la cola como
los picos, sino gracias a la fuerte musculatura de sus patas, provistas
de uñas aceradas. Por esta razón, no necesita llevar la cabeza levantada
hacia arriba como los picos. Recorre con frecuencia los troncos cabeza
abajo con la mayor naturalidad del mundo. El régimen alimenticio de este
pájaro, compuesto de granos de cáscara coriácea, le ha hecho desarrollar
una curiosa costumbre: sujeta su botín en la horquilla de un árbol o en
una grieta y martillea avellanas o hayucos con grandes picotazos.
Durante el cortejo, el macho vuela frecuentemente
despacio o adopta posturas con las plumas esponjadas y alas y cola
abiertas. El nido está siempre en un agujero, elegido generalmente en un
árbol a más de dos metros de altura, aunque también pueden utilizar
cajas anideras.
Canon 7D + 70-200, 200mm, F3.2, 1/1000sec, +2/3, ISO250 |
Canon 7D + 70-200, 200mm, F3.2, 1/1000sec, +2/3, ISO250 |
Canon 7D + 70-200, 200mm, F3.2, 1/2000sec, ISO320 |
No hay comentarios:
Publicar un comentario